Amados Hermanos:
Nuestra Iglesia ha estado, durante los últimos meses, en el proceso de atemperarnos a los tiempos actuales en que nuestra sociedad esta viviendo y el proceso glorioso por la cual nuestra Iglesia esta viviendo. La Iglesia y los líderes han estado trabajando conmigo arduamente para establecer las estructuras necesarias para el mejor funcionamiento para lograr nuestro cometido.
Como claramente dice nuestra visión como Iglesia, Dios nos ha llamado a restaurar las vidas, a rescatar las almas perdidas, a restaurar los matrimonios y las familias en crisis. Para ello, es sumamente necesario que todos los que componemos Casa Apostólica Roca Eterna, tengamos claro las estructuras de la Iglesia. Es decir, desde el organigrama organizacional, nuestra visión, nuestra misión, nuestra Declaración de Fe y los ministerios que constituyen nuestra Iglesia.
La Palabra nos dice: "Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe". (Hechos 6:7) A los fines anteriores hemos preparado este manual para que cada miembro, futuro miembro este claro en las reglas que han de regir en Casa Apostólica Roca Eterna y juntos todos podamos multiplicar la obra del Señor.
Creo que entre los muchos anhelos que como cristianos podemos tener, y que no podemos pasar por alto, es de que la iglesia ha sido establecida para crecer tanto espiritual como numéricamente.
Precisamente es eso lo que podemos apreciar, o ver en el versículo mencionado. Pero es muy importante observar un detalle sobresaliente; y es que debemos hacían énfasis en tres principios básicos tanto en la vida de los líderes, como también en la iglesia:
Tener "Buen Testimonio". Es necesario estar conscientes que, sin este principio, será muy imposible que una iglesia llegue a tener el crecimiento deseado. Mantener un buen testimonio, hará posible que los que no creen al evangelio, se conviertan y se unan a la iglesia del Señor.
Debemos "Estar Llenos Del Espíritu Santo". El creyente o líder que anhela el crecimiento de la iglesia de Jesucristo, debe pedir al Señor le llene de su Espíritu para hacer la obra de llevar a otros al conocimiento de Cristo Jesús. En más de una ocasión los cristianos pidieron a Dios ser llenos del Espíritu:
Lucas 4:1 – "para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido".
Hechos 2:4 - "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen".
Hechos 4:31- "Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios".
Hechos 7:55 - "Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios",
Hechos 11:24 - "Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor".
Hechos 13:52 – "Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo".
Debemos de tener "Sabiduría". El tercer principio al que la iglesia dio importancia para un saludable crecimiento, es "sabiduría", sin el conocimiento divino nos será difícil ver crecer la iglesia. Santiago en el Capítulo 1:5 de su epístola dice que la pidamos a Dios.
Nuestra conclusión es que recordemos siempre, que nuestro testimonio, llenura del Espíritu y sabiduría, son factores importantes para que la iglesia del Señor donde él nos ha puesto, pueda crecer.
Hay unas preguntas que debemos hacernos: ¿Estoy dando buen testimonio con mi vida? ¿Le he pedido a Dios en alguna ocasión de mi vida, que me llene de su Espíritu Santo? ¿Cuánto deseo en verdad, tener sabiduría divina para traer a otros a la fe? ¿Quiero de verdad que la iglesia del Señor crezca?.
Como lo anterior en mente, compartimos con todos ustedes este su Manual de la Iglesia Casa Apostólica Roca Eterna.
¡Bendícelo Padre!
Apóstol Lourdes Sánchez